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El reto de ser mujer hoy


Naty Sánchez Ortega. Palma de Mallorca

   ¿Por qué es un reto ser mujer hoy? En realidad, creo que siempre lo ha sido y siempre lo será, sólo cambian las características del desafío. El hecho mismo de vivir es un reto para todo ser humano, mujer u hombre, pero aquí vamos a hablar de nosotras. Sabemos que la mujer moderna tiene que validar y seguir ampliando sus conquistas sociales, sin perder perder con ello su esencia femenina, pero ¿en qué radica esa esencia? ¿Es cultural, biológica, espiritual?

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   Responder es muy difícil. Los valores y contralores nos están volviendo locas. Hay quienes creen que no hay absolutamente ninguna diferencia entre hombre y mujer, y en mi opinión llevan esa postura a extremos radicales. Yo creo con firmeza en la igualdad social total y en que, como seres humanos, mujeres y hombres podemos llegar a desarrollar cualquier tipo de actividad y profesión. 


¿Por qué es un reto ser mujer hoy? En realidad, creo que siempre lo ha sido y siempre lo será, sólo cambian las características del desafío.


   Sin embargo, mi experiencia vital me ha enseñado que somos diferentes en muchos aspectos. La mujer tiene derecho a sentirse única en su femineidad, a disfrutar del misterio inaccesible que eso supone para el hombre, a saborear el prodigio singular que son su cuerpo y su psique. Para conquistar la igualdad social no tenemos por qué dejar de ser mujeres, no tenemos que "masculinizarnos"para que nos acepten y reconozcan. Aceptarnos y reconocernos en plano de igualdad debería ser un hecho natural, no tenemos por qué demostrar nada.

   El reto de ser mujer hoy exige romper con todas las etiquetas y permitir que cada una de nosotras conecte consigo misma y descubra en su interior la fuente de inspiración para su propia identidad. No hay una "mujer única", como tampoco hay un "hombre único". Considerar a las mujeres como un único colectivo a veces resulta limitante.


La mujer tiene derecho a sentirse única en su femineidad, a disfrutar del misterio inaccesible que eso supone para el hombre, a saborear el prodigio singular que son su cuerpo y su psique. Para conquistar la igualdad social no tenemos por qué dejar de ser mujeres



   Habrá mujeres que sientan el ardor combativo del mundo de la acción y otras que disfruten creando hogar; habrá mujeres artistas y mujeres políticas; mujeres maternales, mujeres aventureras, mujeres empresarias, mujeres asalariadas, etc. etc., pero siempre, "mujeres", y para eso tenemos que conectar con el hecho de ser mujer, ese es el reto fundamental. Si buscamos nuestra identidad en ser aceptadas por ellos seguiremos en un plano de subordinación. Nuestro reto es un viaje interior, nuestra búsqueda es hacia dentro.

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